sábado, 17 de octubre de 2009


Al 17 de octubre


Era el pueblo de Mayo quien sufría,
no ya el rigor de un odio forastero,
sino la vergonzosa tiranía
del olvido, la incuria y el dinero.


El mismo pueblo que ganara un día
su libertad al filo del acero
tanteaba el porvenir, y en su agonía
le hablaban sólo el Río y el Pampero.


De pronto alzó la frente y se hizo rayo
(¡era en Octubre y parecía Mayo!),
y conquistó sus nuevas primaveras.


El mismo pueblo fue y otra victoria.

Y, como ayer, enamoró a la Gloria,
¡y Juan y Eva Perón fueron banderas!


Leopoldo Marechal

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